
La salud visual es un pilar fundamental para la calidad de vida, pero millones de colombianos enfrentan desafíos relacionados con afecciones oculares que, de no ser tratadas a tiempo, pueden llevar a una disminución significativa de la visión o incluso a la ceguera.
Desde errores refractivos simples hasta enfermedades degenerativas complejas, el panorama visual en el país exige atención y conocimiento para garantizar el bienestar de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.
El panorama de la salud visual en Colombia
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y estudios nacionales, los errores refractivos no corregidos, las cataratas y el glaucoma se posicionan como las principales causas de discapacidad visual y ceguera en Colombia.
La buena noticia es que la mayoría de estas condiciones son prevenibles o tratables si se detectan a tiempo, subrayando la importancia de los exámenes oftalmológicos regulares.
Las condiciones visuales más prevalentes en el país incluyen:
Errores refractivos: Son los más comunes y se corrigen fácilmente.
Miopía (Visión Cercana):
Dificultad para ver objetos lejanos claros.
Hipermetropía (Visión Lejana):
Dificultad para ver objetos cercanos claros; en algunos casos, también los lejanos.
Astigmatismo:
Visión distorsionada o borrosa tanto de cerca como de lejos, debido a una curvatura irregular de la córnea o el cristalino.
Presbicia (Vista Cansada):
Dificultad para enfocar objetos cercanos, común después de los 40 años.
Síntomas comunes de errores refractivos:
Visión borrosa, dolores de cabeza, fatiga ocular, entrecerrar los ojos para ver mejor.
Cataratas: Opacificación del cristalino del ojo, que normalmente es transparente.
Síntomas:
Visión borrosa o nublada, dificultad para ver de noche, sensibilidad a la luz y al resplandor, visión doble en un ojo, colores que parecen desvanecidos, necesidad de cambios frecuentes en la prescripción de gafas.
Glaucoma:
Un grupo de enfermedades que dañan el nervio óptico, a menudo debido a una presión intraocular elevada.
Es una de las principales causas de ceguera irreversible.
Síntomas:
En sus etapas iniciales, es asintomático.
En fases avanzadas, puede causar pérdida gradual de la visión periférica, visión en túnel y, finalmente, ceguera.
De ahí la importancia de los chequeos regulares, especialmente si hay antecedentes familiares.
Retinopatía diabética: Daño a los vasos sanguíneos de la retina causado por la diabetes.
Síntomas:
Visión borrosa o fluctuante, manchas o «moscas volantes», dificultad para ver de noche, pérdida repentina de la visión.
Degeneración macular relacionada con la edad (DMAE):
Deterioro de la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada y central.
Síntomas:
Visión central borrosa o distorsionada, dificultad para reconocer caras, dificultad para leer o realizar tareas que requieren visión fina.
Métodos de Corrección y Tratamiento
La corrección de estas afecciones varía según la condición:
Errores Refractivos: Gafas, lentes de contacto, y cirugía refractiva (LASIK, PRK, etc.) para corregir la forma de la córnea.
Cataratas:
El único tratamiento efectivo es la cirugía, donde se extrae el cristalino opaco y se reemplaza por uno artificial.
Glaucoma:
Colirios para reducir la presión intraocular, tratamientos con láser o cirugía para mejorar el drenaje del humor acuoso.
Retinopatía Diabética:
Control estricto de la diabetes, inyecciones intravítreas, fotocoagulación láser o cirugía vitrectomía en casos avanzados.
DMAE:
Inyecciones intravítreas, terapia fotodinámica o suplementos vitamínicos especiales en casos selectos.
Impacto en Cada Etapa de la Vida
Las afecciones visuales se manifiestan y afectan de manera particular en cada rango de edad:
Niños:
Detección Temprana Clave
En los niños, las afecciones más comunes son los errores refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo), el estrabismo (ojos bizcos) y la ambliopía (ojo vago).
Sin una detección y corrección temprana, la ambliopía puede llevar a una pérdida de visión permanente en el ojo afectado.
Los síntomas incluyen dificultad para ver el tablero, entrecerrar los ojos, acercarse mucho a los objetos, dolores de cabeza o falta de interés en actividades que requieren visión de cerca.
Los controles oftalmológicos desde el nacimiento y durante la edad preescolar y escolar son cruciales.
Jóvenes:
La era digital y la fatiga Visual
La miopía es muy común en adolescentes y jóvenes, a menudo progresando con la edad debido a factores genéticos y al estilo de vida actual.
El uso prolongado de pantallas (celulares, tabletas, computadores) ha disparado los casos de fatiga visual digital y síndrome de ojo seco.
Los síntomas incluyen ojos rojos, irritación, visión borrosa temporal, dolor de cabeza y cuello.
La corrección se realiza con gafas o lentes de contacto, y la prevención se basa en descansos frecuentes (regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies [6 metros] por 20 segundos) y buena iluminación.
Adultos:
Estrés Visual y Enfermedades Crónicas
A partir de los 40 años, la presbicia se vuelve inevitable, afectando la capacidad de enfocar de cerca.
Además, los adultos son más propensos a desarrollar ojo seco crónico debido a factores ambientales, uso de pantallas y ciertas condiciones médicas o medicamentos.
Es también en esta etapa donde comienzan a manifestarse las primeras señales de enfermedades como el glaucoma y la retinopatía diabética (en personas con diabetes), a menudo sin síntomas tempranos, haciendo esenciales los controles preventivos.
Adultos Mayores:
Desafíos del Envejecimiento Ocular
Los adultos mayores son el grupo más vulnerable a enfermedades oculares graves.
Las cataratas son casi universales con la edad, causando visión nublada y dificultad para actividades diarias. El glaucoma y la DMAE (degeneración macular relacionada con la edad) también aumentan significativamente su prevalencia en esta población, pudiendo llevar a la ceguera si no son manejadas.
La retinopatía diabética también es un riesgo continuo para quienes viven con diabetes.
La pérdida de visión en esta etapa impacta severamente la independencia y la calidad de vida, por lo que los chequeos anuales son imprescindibles.
Una dieta rica en vitaminas A, C y E, y antioxidantes (presentes en frutas, verduras y pescado), la protección solar con gafas UV, el uso de gafas de seguridad en trabajos de riesgo, y limitar el tiempo de pantalla, son hábitos que contribuyen a una buena salud visual. Sin embargo, la medida más importante es la realización de exámenes oftalmológicos regulares por parte de un especialista, incluso en ausencia de síntomas, pues muchas afecciones visuales avanzan silenciosamente hasta etapas irreversibles. En Colombia, el acceso oportuno a estos servicios es la clave para ver un futuro más claro.
Por: Ricardo Collazos.