
El primer ministro británico, Sir Keir Starmer, declaró el 2 de junio de 2025 que el Reino Unido está “avanzando hacia la preparación para la guerra” ante la creciente amenaza de Rusia.
Este anuncio, realizado en Glasgow durante la presentación de la Revisión Estratégica de Defensa, ha generado preocupación global sobre sus implicaciones para la estabilidad y la paz mundial.
Un llamado a la defensa nacional
En un discurso en loGlasgow, Starmer subrayó que la agresión rusa representa el mayor desafío para la seguridad europea desde la Guerra Fría.
El Reino Unido planea aumentar su gasto en defensa del 2,3% al 2,5% del PIB para 2027, con una meta del 3% para 2034.
Esto incluye inversiones en 12 submarinos nucleares, ojivas atómicas y tecnología militar avanzada, generando unos 30.000 empleos directos.
El ministro de Defensa, John Healey, destacó que estas medidas buscan garantizar la seguridad del país y sus aliados frente a un entorno internacional “inestable e inseguro
Contexto de la amenaza Rusa
Starmer señaló que las acciones de Rusia, descritas como “imprudentes”, están elevando el costo de vida en el Reino Unido y amenazando la seguridad global.
Este anuncio se produce tras su declaración previa de estar dispuesto a enviar tropas británicas a Ucrania como parte de una misión de paz europea, siempre que Moscú acepte un acuerdo.
La cumbre de París, organizada por Emmanuel Macron, busca reforzar el rol de Europa en el conflicto, especialmente ante la incertidumbre sobre el apoyo de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, quien ha sugerido reducir el compromiso con Ucrania.
Impacto en la paz mundial: Un equilibrio precario
El anuncio de Starmer tiene implicaciones significativas para la paz mundial.
Por un lado, el fortalecimiento militar del Reino Unido y su compromiso con la OTAN podrían disuadir futuras agresiones de Rusia, contribuyendo a la estabilidad en Europa.
Su énfasis en una “paz duradera” en Ucrania, sin recompensar al “agresor”, refleja un enfoque proactivo para evitar conflictos futuros.
Además, la inversión en defensa busca reforzar la cooperación con aliados europeos, como Alemania, Francia e Italia, en un momento en que la unidad de la OTAN es crucial frente a un panorama geopolítico cambiante.
Sin embargo, la retórica de “preparación para la guerra” podría escalar tensiones con Rusia, que ha rechazado la presencia de tropas de la OTAN en Ucrania.
Críticos en plataformas como X han advertido que este enfoque podría ser percibido como provocador, aumentando el riesgo de un conflicto más amplio.
Además, la reducción de la ayuda internacional del 0,5% al 0,3% del PIB para financiar el gasto militar
Un puente entre Europa y Estados Unidos
Starmer ha posicionado al Reino Unido como un mediador entre Europa y Estados Unidos, especialmente tras las señales de Trump de priorizar una postura aislacionista.
En su reunión con Trump en febrero de 2025, Starmer buscó garantías de apoyo estadounidense para una misión de paz en Ucrania, destacando la importancia de no excluir a Kiev de las negociaciones.
Este rol de liderazgo podría fortalecer la cohesión de la OTAN, pero también pone al Reino Unido en una posición delicada si las negociaciones entre Washington y Moscú avanzan sin la participación europea.
Preparación vs diplomacia
El anuncio de Starmer refleja un cambio hacia una postura militar más robusta, con el objetivo de proteger la seguridad nacional y apoyar a Ucrania.
Sin embargo, su impacto en la paz mundial dependerá de cómo se equilibren estas medidas con la diplomacia.
La preparación para la guerra puede disuadir agresiones, pero también arriesga una escalada si no se acompaña de esfuerzos para desescalar tensiones.
En un mundo polarizado, la cooperación internacional y la inclusión de todas las partes en las negociaciones serán clave para evitar un conflicto global.
Por: Ricardo Collazos.