
Colombia enfrenta un panorama económico alarmante con su deuda externa proyectada en un récord del 63% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025.
Este nivel histórico de endeudamiento despierta preocupación por sus efectos en las finanzas públicas y la vida cotidiana de los ciudadanos.
¿Qué significa el PIB? ¿Cómo impacta esta deuda a los colombianos? ¿Qué nos depara el 2026?
A continuación, desglosamos el tema con claridad y las recomendaciones de los expertos.
¿Qué es el PIB y por qué importa?
El *Producto Interno Bruto (PIB)* mide el valor total de los bienes y servicios producidos en un país durante un período, generalmente un año.
Es un indicador fundamental de la actividad económica y refleja la capacidad de generar riqueza.
En 2024, el PIB de Colombia alcanzó aproximadamente 418.542 millones de dólares.
Cuando la deuda externa se expresa como porcentaje del PIB, muestra cuánto de la producción nacional está comprometida para pagar obligaciones con acreedores extranjeros.
Un nivel del 63% indica que una porción significativa de la riqueza del país se destina a deudas, lo que puede limitar recursos para sectores clave como salud, educación o infraestructura.
¿Cómo afecta la deuda externa a los ciudadanos?
El aumento de la deuda externa al 63% del PIB tiene impactos directos en los colombianos:
1. Reducción de inversión social:
En 2025, el 33.9% del recaudo tributario se destinó a pagar intereses de la deuda, frente al 25.2% en 2024. Esto implica que de cada tres pesos recaudados, uno se va en intereses, dejando menos presupuesto para servicios públicos esenciales como hospitales, escuelas o transporte.
2. Mayor carga tributaria:
La necesidad de equilibrar las finanzas públicas podría llevar a nuevas reformas tributarias o recortes de gasto.
Esto puede traducirse en impuestos más altos o la eliminación de beneficios fiscales, afectando el ingreso disponible de las familias.
3. Alza en el costo de vida:
Un déficit fiscal del 7.1% del PIB y la depreciación del peso (14.9% en 2024) encarecen las importaciones, elevando los precios de alimentos, combustibles y productos tecnológicos. Esto reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos.
4. Riesgo de inestabilidad:
La calificadora Fitch Ratings considera el aumento del déficit fiscal “muy preocupante”.
Una posible rebaja en la calificación crediticia de Colombia encarecería el acceso al crédito internacional, lo que incrementaría los costos para el gobierno y, en última instancia, para los contribuyentes.
Panorama para 2026: ¿Hacia dónde vamos?
El escenario económico para 2026 plantea retos importantes:
Crecimiento de la deuda:
Se proyecta que la deuda externa alcance el 63.8% del PIB en 2026, un nivel sin precedentes.
La suspensión de la regla fiscal por tres años y un déficit fiscal elevado contribuyen a este aumento.
Crecimiento económico limitado:
Según proyecciones, el PIB crecerá un 2.3% en 2025 y un 2.7% en 2026, tasas insuficientes para contrarrestar el endeudamiento.
Factores como la inflación (4.7% en 2025) y la devaluación del peso complican el panorama.
Presiones políticas y electorales:
Con las elecciones de 2026 acercándose, el próximo gobierno heredará finanzas públicas frágiles.
La falta de acuerdos políticos podría retrasar reformas necesarias, aumentando la incertidumbre.
Entorno global desafiante:
El FMI advierte que la deuda pública global se acercará al 100% del PIB mundial para finales de la década.
Esto podría endurecer las condiciones de financiamiento para Colombia, elevando los costos de la deuda.
Recomendaciones de los expertos
Para evitar una crisis fiscal, los analistas sugieren medidas urgentes:
1. Control del gasto público:
Un recorte eficiente del gasto es esencial. Los expertos recomiendan priorizar programas sociales efectivos y eliminar subsidios ineficientes.
2. Reforma tributaria equilibrada:
Combatir la evasión fiscal y revisar exenciones tributarias son pasos clave para aumentar el recaudo sin sobrecargar a la clase media.
Una reforma tributaria de 19 billones de pesos está prevista para julio de 2025.
3. Restablecer la disciplina fiscal:
La suspensión de la regla fiscal debe ser temporal.
Los expertos instan a restablecerla para garantizar un manejo responsable de las finanzas públicas.
4. Diversificación económica:
Reducir la dependencia del petróleo, que representa el 45% de las exportaciones, es crucial.
Sectores como la tecnología, el turismo y la agroindustria podrían generar divisas y estabilizar la economía.
5. Gestión estratégica de la deuda:
Negociar mejores condiciones con acreedores y escalonar los vencimientos de deuda ayudaría a aliviar la presión financiera a corto plazo.
Conclusión: Un llamado a la acción
La deuda externa de Colombia, que alcanzó los 203.285 millones de dólares en marzo de 2025 (48.1% del PIB) y se proyecta en 63% para finales de año, es un desafío que requiere acción inmediata.
Aunque el país mostró un crecimiento del PIB del 0.8% en el primer trimestre de 2025, la sostenibilidad fiscal está en riesgo.
Los ciudadanos enfrentan la posibilidad de mayores impuestos, aumento en el costo de vida y menos inversión social.
Con un manejo responsable, reformas estructurales y una economía diversificada, Colombia puede evitar que esta deuda récord se convierta en una crisis.
El 2026 será clave para definir el rumbo del país.
Por: Ricardo Collazos.