Una estudio realizado por 100 organizaciones, entre ellas WWF, la ONG de medio ambiente, señala que para 2022 se requerirían unos 50 mil millones de dólares para reparar las afectaciones climáticas de países en desarrollo como Colombia, uno de los más vulnerables al cambio climático.
En todos los países y dentro de ellos, las mayores emisiones de carbono per cápita se atribuyen a las personas más ricas, «debido a que las emisiones individuales generalmente son paralelas a las disparidades de ingresos y riqueza».
En ese sentido, sostiene el informe que mientras el 10% de los más ricos del mundo causan el 50% de las emisiones, también reclaman el 52% de la riqueza del mundo.
El 50% más pobre del mundo contribuye aproximadamente con el 10% de las emisiones mundiales y recibe alrededor del 8% de los ingresos mundiales.
“A corto plazo los países ricos deben empezar a proporcionar financiación pública para el cambio climático a la escala necesaria para apoyar no solo la adaptación, sino también para hacer frente a las pérdidas y los daños, y deben hacerlo de acuerdo con su responsabilidad y capacidad de acción”, dice el estudio.
¿Quiénes deben asumir costos de la crisis climática?
El estudio estima que la parte que le corresponde a la Unión Europea (UE) en el alivio de la crisis climática, es reducir para 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero en un 160% por debajo de los niveles registrados en 1990.
Eso significa que, por fuera de sus fronteras y con ayuda de otros países con niveles similares o más altos de capacidad y deuda ecológica, deben ser quienes apoyen a los países en desarrollo en tecnología y creación de capacidad para la mitigación de la crisis.
Dentro de esos países que deben sumarse a la UE está también Estados Unidos. Este, por ejemplo, “podría dar un préstamo comercial de 50 millones de dólares a Malawi para un proyecto de mitigación del cambio climático”.
Y es que entre 1850 y 2002, los países del Norte Global emitieron tres veces más emisiones de efecto invernadero que los países del Sur Global, donde reside aproximadamente el 85% de la población mundial, según este informe.
En todos los países y dentro de ellos, las mayores emisiones de carbono per cápita se atribuyen a las personas más ricas, debido a que las emisiones individuales generalmente son paralelas a las disparidades de ingresos y riqueza.
Asimismo, la riqueza aumenta la capacidad de adaptación. Todo esto significa que los principales responsables del cambio climático están relativamente aislados de sus impactos.