
El Estrecho de Ormuz, un angosto paso marítimo entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, transporta un tercio del petróleo mundial.
En medio de tensiones geopolíticas, Irán ha utilizado este corredor estratégico como una herramienta de presión, generando temores de un bloqueo que podría disparar los precios del crudo y desestabilizar la economía global.
¿Qué es el Estrecho de Ormuz y por qué es crucial?
El Estrecho de Ormuz, con apenas 33 kilómetros de ancho en su punto más angosto, es el canal por el que transita aproximadamente el 20% del petróleo mundial y un cuarto del gas natural licuado.
Países como Arabia Saudí, Kuwait, Irak y los Emiratos Árabes Unidos dependen de este paso para exportar sus recursos energéticos.
Cualquier interrupción en el tráfico marítimo aquí tendría consecuencias devastadoras para los mercados globales, afectando desde los precios de los combustibles hasta las cadenas de suministro.
El papel de Irán en el control del estrecho
Irán, con su extensa costa en el Golfo Pérsico, tiene una posición privilegiada para influir en el estrecho.
La Guardia Revolucionaria Islámica, que opera en la zona, ha demostrado en repetidas ocasiones su capacidad para realizar maniobras militares y hostigar embarcaciones.
En 2019, por ejemplo, Irán capturó un petrolero británico en respuesta a sanciones, elevando las tensiones con Occidente.
Este tipo de acciones refuerza la percepción de que Irán puede usar el estrecho como una carta de negociación en conflictos internacionales.
Tensiones recientes y su impacto
Las sanciones internacionales y las negociaciones nucleares han intensificado el foco en el Estrecho de Ormuz.
Irán ha amenazado con cerrar el paso en respuesta a presiones económicas, aunque expertos consideran que un bloqueo total sería improbable debido a las represalias militares y económicas que enfrentaría.
Sin embargo, incluso un bloqueo parcial o incidentes menores, como ataques a petroleros, podrían disparar los precios del petróleo, como ocurrió en 2019 tras ataques atribuidos a Irán.
¿Un arma más poderosa que el arsenal nuclear?
Aunque el programa nuclear iraní ha captado la atención global, el control del Estrecho de Ormuz podría ser una herramienta más inmediata y efectiva para presionar a la comunidad internacional.
Un bloqueo, incluso temporal, podría causar una crisis energética mundial, afectando economías desde Asia hasta Europa.
Según la Agencia Internacional de Energía, una interrupción prolongada podría incrementar los precios del crudo en un 30% o más, con efectos en cascada en sectores como el transporte y la industria.
Respuestas internacionales y riesgos futuros
Estados Unidos y sus aliados han reforzado su presencia naval en la región para garantizar la libertad de navegación. La Quinta Flota de EE. UU., con base en Baréin, patrulla regularmente el estrecho.
Sin embargo, cualquier escalada militar podría desencadenar un conflicto mayor, con implicaciones impredecibles.
Los países importadores de petróleo, como China e India, también están diversificando sus fuentes de energía para reducir su dependencia del estrecho, pero la transición llevará tiempo.
Conclusión:
El Estrecho de Ormuz no es solo un accidente geográfico, sino un epicentro de poder y tensión en el escenario global.
Mientras Irán mantenga su influencia en esta arteria energética, seguirá siendo un actor clave en la geopolítica mundial.
La comunidad internacional debe navegar con cautela para evitar una crisis que podría alterar el equilibrio económico y político global.
Por: Ricardo Collazos.