
Una nueva y drástica directriz del Departamento de Justicia de Estados Unidos ha encendido las alarmas, poniendo en riesgo la ciudadanía de más de 25 millones de personas naturalizadas.
Lo que antes era impensable, ahora es una realidad: Incluso figuras públicas como el magnate Elon Musk y el político Zohran Mamdani enfrentan la posible revocación de su nacionalidad y deportación, en una escalada sin precedentes de las políticas migratorias de Donald Trump que extiende su alcance hasta los propios ciudadanos estadounidenses.
La drástica ampliación de las deportaciones:
De indocumentados a ciudadanos
Desde el pasado 11 de junio, la administración Trump ha implementado una política que busca revocar la ciudadanía estadounidense a individuos que la obtuvieron a través de un proceso de naturalización.
Si bien inicialmente la ofensiva migratoria se centró en indocumentados y luego en personas con estatus legal (asilados, residentes temporales o portadores de green card), la nueva directriz apunta directamente a quienes completaron un riguroso proceso legal para convertirse en ciudadanos, un grupo que hasta hace poco se consideraba intocable.
¿Quiénes están en el blanco de la nueva directriz?
La medida otorga a los fiscales federales mayor discrecionalidad para iniciar procesos civiles de desnaturalización.
La prioridad se centra en casos donde la ciudadanía se obtuvo «ilegalmente» o mediante «ocultamiento de un hecho material o por tergiversación intencional».
Esto incluye desde delitos graves como crímenes de guerra o abusos a los derechos humanos, hasta fraudes financieros, pertenencia a pandillas, y cualquier conducta que suponga una «amenaza continua» para la seguridad de Estados Unidos.
Asimismo, contempla procesos contra quienes hayan mentido en formularios migratorios o cometido fraude médico o financiero.
El caso de Elon Musk: ¿Del magnate al deportado?
La tensión entre Donald Trump y Elon Musk, el empresario de origen sudafricano y propietario de Tesla y SpaceX, ha escalado al punto de que el presidente ha amenazado públicamente con la deportación del magnate.
La disputa se reavivó por las críticas de Musk a un proyecto de ley aprobado por el Senado que, según él, aumentará la deuda estadounidense y revertirá el progreso en energía renovable.
Trump respondió contundentemente, sugiriendo que sin el apoyo estatal, Musk «probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica».
Aunque parece impensable la desnaturalización del hombre más rico del mundo, la nueva directriz podría sentar un precedente si se demuestra que Musk mintió en alguna etapa de su proceso de naturalización, como han sugerido algunos informes sobre su pasado migratorio.
Zohran Mamdani: De candidato a objetivo político
Otro caso emblemático es el de Zohran Mamdani, nacido en Uganda y candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York. Tras su victoria en las primarias, Mamdani ha sido blanco de ataques por su origen musulmán y sus posturas políticas.
El congresista republicano Andy Ogles solicitó una investigación formal de su proceso de naturalización, alegando posibles vínculos con el «terrorismo». Trump lo ha descrito como «un comunista puro» y ha insinuado que su ciudadanía podría haber sido obtenida ilegalmente, amenazando con «revisar todo».
Mamdani ha denunciado estas acusaciones como una ofensiva islamofóbica y un intento de silenciar a quienes cuestionan el statu quo.
Inquietud y alertas entre juristas y defensores de inmigrantes
La decisión ha generado gran preocupación entre juristas y organizaciones de derechos de inmigrantes.
Sameera Hafiz, directora del Centro para Los Recursos Legales de los Inmigrantes, advierte que se está creando «una segunda clase de ciudadanos estadounidenses», socavando la estabilidad jurídica de quienes ya fueron plenamente reconocidos.
Abogados alertan sobre posibles decisiones arbitrarias y la desventaja de los acusados, ya que, a diferencia de los procesos penales, los procedimientos civiles de desnaturalización no garantizan el derecho a un abogado público.
Además, el estándar de prueba menos exigente en casos civiles fortalece la mano del Gobierno para avanzar en estas revocaciones.
Precedentes y el futuro de la ciudadanía en EE. UU.
Si bien la revocación de la ciudadanía no es nueva, su uso ha sido históricamente excepcional.
Casos como el de Elliott Duke, un veterano del ejército británico al que se le retiró la ciudadanía por no revelar una condena, son ahora ejemplos de la nueva prioridad del Departamento de Justicia.
Bajo estas nuevas directrices, el número de personas sometidas a procesos de desnaturalización podría incrementarse sustancialmente, marcando un giro sin precedentes en la política migratoria de Estados Unidos y generando incertidumbre para millones de ciudadanos naturalizados.
Por: Ricardo Collazos.