
Con profundo pesar, la Conferencia Episcopal de Colombia anunció el fallecimiento de monseñor Nel Beltrán Santamaría, obispo emérito de Sincelejo.
Su partida, ocurrida este martes 12 de agosto en la ciudad de Bucaramanga, deja un vacío en la Iglesia católica colombiana y en quienes lo conocieron como un incansable promotor de la paz y la reconciliación.
Una vida al servicio de la fe
Monseñor Beltrán dedicó su vida al servicio de la Iglesia, destacándose por su liderazgo y su profundo compromiso con la comunidad.
Ordenado sacerdote en 1971, su labor pastoral lo llevó a diversas parroquias, donde siempre se caracterizó por su cercanía con los fieles.
Su trayectoria culminó con su nombramiento como obispo de Sincelejo en el año 2002, cargo que ocupó hasta el 2014.
Un legado de paz y reconciliación
Sin embargo, su mayor legado fue su incansable lucha por la paz.
Monseñor Beltrán se convirtió en un referente nacional en la búsqueda de soluciones no violentas a los conflictos.
Su voz se alzó con valentía en defensa de los más vulnerables, y su trabajo en favor de la reconciliación le valió el Premio Nacional de Paz en 2011, un reconocimiento a su inquebrantable compromiso con la construcción de un país más justo y pacífico.
Un llamado a la oración
La Conferencia Episcopal de Colombia, a través de un comunicado, expresó su profundo dolor y se unió en oración rogando por el eterno descanso de monseñor Beltrán.
Su partida invita a reflexionar sobre la importancia de su legado y a seguir su ejemplo de dedicación, servicio y amor al prójimo.
Se espera que en los próximos días se realicen homenajes póstumos en su memoria, uniendo a la comunidad en un último adiós a un pastor que entregó su vida al servicio de Dios y de Colombia.