
Las fibras ópticas tradicionales podrían estar a punto de ser reemplazadas.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Southampton ha diseñado un sistema innovador basado en *canales huecos llenos de aire* que promete transformar las telecomunicaciones al ofrecer una transmisión de datos más rápida, eficiente y potente.
Este avance, publicado en Nature Photonics, supera las limitaciones de las fibras ópticas convencionales y abre la puerta a una nueva era de conectividad, incluyendo aplicaciones en comunicación cuántica.
Un salto tecnológico: Canales huecos frente a la fibra óptica tradicional
Las fibras ópticas actuales, basadas en núcleos de vidrio, pierden aproximadamente el 50% de la señal cada 15 a 20 kilómetros, lo que requiere costosos repetidores para mantener la calidad de la transmisión.
En contraste, las fibras huecas guían la luz a través del aire, reduciendo significativamente la pérdida de señal y extendiendo la distancia de transmisión sin degradación hasta 33 kilómetros.
“Si logramos omitir uno de cada dos o tres edificios de repetición, los ahorros en costes serán enormes”, explicó Francesco Poletti, autor principal del estudio. Además, estas fibras pueden transportar 1.000 veces más potencia y operar en un rango más amplio de longitudes de onda, lo que las hace ideales tanto para telecomunicaciones modernas como para tecnologías emergentes como el internet cuántico.
Velocidad y eficiencia: La ventaja del aire sobre el vidrio
Aunque las fibras huecas no son una novedad absoluta —han sido utilizadas en aplicaciones especializadas como centros de datos—, su alto coste y complejidad técnica las hacían inviables para un uso masivo.
Sin embargo, el diseño innovador del equipo de Southampton, perfeccionado durante más de una década, ha cambiado este panorama.
La clave está en una estructura única: Cinco pequeños cilindros anidados dentro de un cilindro mayor, que asegura que la luz se mantenga confinada en el canal central sin fugas.
Este diseño permite que la luz viaje un 45% más rápido a través del aire en comparación con el vidrio, ofreciendo una ventaja inmediata en velocidad y eficiencia.
De los laboratorios al mercado global
El mayor desafío para llevar esta tecnología al mercado ha sido la producción a gran escala sin comprometer la precisión de los canales huecos.
A diferencia de las fibras ópticas tradicionales, que se fabrican fundiendo y estirando vidrio sólido, este proceso comienza con una preforma de vidrio de 20 centímetros de diámetro con huecos integrados. Durante el estiramiento a dimensiones microscópicas (100 micrómetros), se aplica presión para mantener la forma exacta de los canales.
La comercialización ya está en marcha gracias a Lumenisity, una empresa derivada de la Universidad de Southampton adquirida por Microsoft en 2022.
La multinacional ve un enorme potencial en esta tecnología, no solo para mejorar las redes actuales, sino también para soportar la próxima generación de comunicaciones cuánticas.
Un futuro conectado: Impacto en telecomunicaciones y más allá
Este avance no solo promete conexiones de internet más rápidas y económicas, sino que también tiene implicaciones profundas para la *comunicación cuántica*.
Tracy Northup, física experimental de la Universidad de Innsbruck, destaca que el elevado coste de las fibras huecas ha limitado su uso en experimentos científicos.
Sin embargo, la producción a escala podría reducir significativamente los precios, democratizando el acceso a esta tecnología.
“Creemos que esto puede ser transformador”, afirmó Poletti, subrayando el potencial de las fibras huecas para redefinir las autopistas digitales del futuro.
Si esta tecnología demuestra ser duradera y rentable, podría marcar el fin de la supremacía de la fibra óptica tradicional y preparar el terreno para un internet más rápido, eficiente y preparado para los desafíos del mañana.
Por: Ricardo Collazos.