
Filipinas hizo historia al convertirse en la primera nación del mundo en consagrarse oficialmente a la Divina Misericordia. El acto solemne fue presidido por la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP) y se realizó durante una Misa celebrada en la catedral-basílica de la Inmaculada Concepción de Manila.
El Arzobispo de Manila, Mons. José Cardinal Advincula, lideró la celebración, acompañado de numerosos obispos y fieles que llenaron la catedral. Durante la Misa, los asistentes renovaron su fe en la infinita misericordia de Dios, comprometiéndose a vivir según este don recibido. Al concluir la ceremonia, los prelados leyeron y firmaron el Acto Nacional de Consagración a la Divina Misericordia.
Este acto histórico coincide con el 25º aniversario de la canonización de Santa Faustina Kowalska, la religiosa polaca a quien Jesús le confió el mensaje de la Divina Misericordia. Además, tuvo lugar en el marco del Año Jubilar de la Divina Misericordia en Filipinas, otorgado por el Papa Francisco, en preparación al Gran Jubileo de 2033 que celebrará los 2000 años de la Redención.
La consagración tiene como objetivo reafirmar la identidad católica de Filipinas y responder a los desafíos contemporáneos con una profunda confianza en el amor y perdón de Dios. Los obispos también exhortaron a todos los fieles filipinos a difundir el mensaje de la misericordia en sus comunidades y a vivirlo de manera concreta en la vida diaria.
El acto fue acompañado de fervientes oraciones, la entonación del himno de la Divina Misericordia, y una sentida petición de protección para toda la nación bajo la mirada misericordiosa de Cristo.
Fuente: Aciprensa – https://ewtn.es/