
Tras semanas de expectación y un sonado litigio legal, Frisby España ha lanzado un mensaje clave: «El nombre no cambia. La ambición tampoco.
Solo renovamos nuestra imagen para transmitir mejor lo que somos». La compañía de pollo frito, que busca expandirse en el mercado europeo, confirma su continuidad bajo el mismo nombre, pero prepara un cambio radical en su identidad visual.
Un mensaje claro
La reciente publicación de Frisby España en sus redes sociales, especialmente en Instagram, ha sido un bálsamo para quienes seguían de cerca la disputa legal que enfrentaba a la compañía con su homóloga colombiana. La frase «El nombre no cambia» disipa las dudas sobre una posible modificación del nombre de la marca en el mercado español.
Esta decisión estratégica busca mantener la conexión con el público que ya identifica la marca, a la vez que se proyecta una imagen renovada y adaptada a las expectativas del consumidor europeo.
La ambición de la compañía de conquistar el mercado español y expandirse por el continente sigue intacta, según sus propias palabras.
El contexto del lío judicial: ¿Plagio o vacío legal?
El centro de la controversia legal entre Frisby España y la reconocida cadena colombiana Frisby S.A. BIC radica en el uso de la marca.
La empresa colombiana, con más de 40 años de trayectoria y una fuerte presencia en su país, denunció el «uso no autorizado» de su marca y signos distintivos en España.
Sin embargo, Frisby España argumenta que su registro de la marca en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) es legítimo.
El quid de la cuestión parece ser que, aunque Frisby S.A. BIC tenía la marca registrada en la Unión Europea desde 2005, no habría demostrado un «uso efectivo y serio» de la misma en los últimos cinco años.
Esto, según la normativa europea, puede dar pie a que un tercero solicite la anulación del registro por «falta de uso».
Fue precisamente lo que hizo Frisby España en diciembre de 2024, y el proceso legal ha avanzado, con un fallo preliminar de la EUIPO que, en un momento dado, pareció favorecer a la empresa española.
Esta situación ha generado un debate sobre la protección de marcas internacionales y la importancia de mantener un uso activo de las mismas en todos los territorios donde se desea protegerlas.
La compañía española ha suspendido temporalmente su programa de franquicias a raíz de la disputa, buscando proteger a sus futuros socios y la integridad de la marca mientras se resuelve el pleito.
El nuevo logo: Modernidad, vibración y calidad para conquistar España
Aunque Frisby España aún no ha revelado el diseño completo de su nuevo logotipo, la compañía ha adelantado que se tratará de una «propuesta moderna, vibrante y de calidad».
Esta descripción sugiere una estética visual que se alinea con las tendencias actuales del diseño de marcas, buscando transmitir frescura, energía y una promesa de excelencia.
La intención es clara: Con esta nueva imagen, Frisby España busca proyectarse como una opción atractiva y competitiva en el sector de la comida rápida en el país ibérico.
Se espera que el nuevo logo sea un reflejo de la evolución de la marca y de su compromiso con un estándar de calidad superior para el consumidor español.
¿Qué indicios hay del diseño?
Si bien el logotipo definitivo permanece bajo reserva, algunos detalles visibles en las plataformas de Frisby España podrían dar pistas sobre la dirección del cambio.
Por el momento, tanto en las fotos de perfil de sus cuentas como en publicaciones recientes, se observa una sutil alteración en la estética, aunque sin revelar aún el diseño final.
La expectativa es alta, y los amantes de la marca y el público en general aguardan con interés la presentación oficial de esta renovada identidad visual que marcará el siguiente capítulo de Frisby en España.
Para algunos el lío judicial y el despliegue mediático ya tiene un ganador, pues FRISBY ya se reconoce en España y en Europa, ahora serán los tribunales los que entregarán el botín que la exposición mediática ha creado.
Por: Ricardo Collazos