
Alfredo Saade, jefe de despacho del presidente Gustavo Petro, ha vuelto a encender la polémica con sus declaraciones a favor de la reelección presidencial.
A pesar de la clara prohibición de la Constitución de 1991 y las reiteradas negativas del propio presidente, Saade ha sugerido que se debería desconocer la carta magna si una supuesta mayoría popular lo demandara.
La pregunta «Qué pesa más, ¿el papel o la gente?» ha desatado una ola de críticas, incluso al interior del gobierno.
El debate entre la Constitución y la «voluntad popular»
Las palabras de Alfredo Saade han puesto sobre la mesa un debate fundamental en cualquier democracia: El peso de la ley frente a la supuesta voluntad popular.
Saade argumenta que, si «millones de colombianos» quieren que Gustavo Petro continúe en el poder, un artículo de la Constitución que data de hace más de 30 años no debería tener más peso que la voz viva del pueblo.
Esta postura, sin embargo, ha sido interpretada como un llamado a desconocer la ley fundamental del país.
Diversos sectores han reaccionado con vehemencia. Desde el propio gobierno, figuras como el director de la UNGRD, Carlos Carrillo, han calificado las declaraciones de Saade como un intento de llamar la atención y le han recordado su obligación moral y legal de respetar la Constitución.
Por su parte, el representante de la oposición Julio César Triana, de Cambio Radical, ha sido enfático al señalar que la voz del pueblo se respeta «dentro de la Constitución, no por encima de ella», y ha advertido sobre los peligros de caer en «dictaduras disfrazadas de voluntad popular».
La sombra del autoritarismo: Bukele como referente
La controversia no es nueva para Saade.
Recientemente, también fue criticado por celebrar la reforma constitucional que permitió la reelección indefinida de Nayib Bukele en El Salvador.
El jefe de despacho aplaudió la medida, sugiriendo que «lo mismo pasará en Colombia».
Estas declaraciones generaron un fuerte rechazo entre miembros del Pacto Histórico, quienes le recordaron que el progresismo colombiano no celebra el autoritarismo ni el ascenso del fascismo.
Figuras como la precandidata presidencial Susana Muhamad y la senadora María José Pizarro han marcado distancia de las posturas de Saade, reiterando el compromiso con los principios democráticos y el rechazo a cualquier forma de autoritarismo.
La polémica en torno a Saade no solo reaviva el debate sobre la reelección, sino que también pone en entredicho el respeto por las instituciones y las leyes que rigen la democracia colombiana.
Por: Ricardo Collazos.