
En su más reciente informe de los casos de fiebre amarilla que se presentan en el país, el Ministerio de Salud anunció que entre 2024 y lo que va de 2025, se han registrado 100 casos, de los cuales 44 han fallecido.
La entidad señaló que los departamentos de Tolima, Huila, Cauca, Nariño, Putumayo, Caldas, Meta, Vaupés, Guaviare y Caquetá, presentan las mayores afectaciones por la enfermedad al registrarse casos de personas con los síntomas de la enfermedad.
La evaluación epidemiológica durante este año 2025, se han registrado 77 casos, con un reporte de 31 fallecimientos a nivel nacional.
El seguimiento mostró que en el departamento del Tolima se tienen 81 casos y la muerte de 30 personas, seguido del Huila, Cauca, Nariño, Caldas, Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare donde hay una persona fallecida respectivamente en cada región como consecuencia de la enfermedad.
Mientras que en Putumayo el reporte es de 8 casos, de los cuales 6 han fallecido y dos sobrevivieron, en Nariño el informe es de dos casos, una persona viva y otra muerta. En el Meta el reporte es de dos casos muertos y en el Caquetá se tienen dos casos uno vivo y el otro muerto.
Según las autoridades de salud actualmente, el departamento del Meta ha sido catalogado como una de las regiones que presenta un muy alto riesgo para contraer fiebre amarilla, por lo que las autoridades de salud se encuentran haciendo un llamado a la comunidad en los municipios de El Castillo, Fuente de Oro, Granada, Mesetas, La Macarena, Uribe, Lejanías, Puerto Concordia, Puerto Lleras, Puerto Rico, San Juan de Arama, San Martín y Vistahermosa, para cumplir con el esquema de vacunación requerido y contrarrestar así, esta enfermedad viral.
La EPS Famisanar presentó una serie de recomendaciones para no interactuar con ninguno de estos animales, primates que se encuentren en la región, ya que se puede estar expuesto a una infección por fiebre amarilla.
Por otra parte, debido a que el vector se transmite a través del mosquito Aedes aegypti, se invita a la comunidad a no tener agua acumulada en pocetas, baldes con agua y tanques, ya que en estos espacios es donde se propaga el mosquito.
Otras medidas que se pueden emplear para reducir el impacto de la enfermedad, es usar toldillos, repelente, ropa de manga larga y pantalones. Sin embargo, la mejor medida es vacunarse, y para ello, se han habilitado diferentes puntos de vacunación en todos los hospitales de la red pública del Meta.
Según los profesionales de la salud de la EPS Famisanar es importante acercarse al puesto de salud más cercano ante síntomas como fiebre alta repentina, escalofríos, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares (especialmente en la espalda), náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fatiga y debilidad.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Diana Cabrera