
La celebración del presidente Gustavo Petro por la reducción a un dígito en la tasa de desempleo y su «caída sustancial» ha desatado una aguda controversia.
A través de su cuenta de X, el mandatario atribuyó este «éxito» a un cambio en el modelo de desarrollo, dejando atrás la dependencia del petróleo y el carbón para impulsar sectores con mayor capacidad de generación de empleo como la agricultura, la industria no petroquímica y el turismo.
https://x.com/petrogustavo/status/1917668832715628948?t=A2UE5_s4Y16PtvqSaSoPkQ&s=19
Sin embargo, las afirmaciones presidenciales no tardaron en encontrar un contundente contradictor: Daniel Oviedo, exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) durante el gobierno de Iván Duque.
El presidente Gustavo Petro clama victoria por la disminución del desempleo, argumentando que su visión de una economía menos extractivista está dando frutos.
No obstante, el exdirector del DANE, Daniel Oviedo, irrumpió en la escena digital para desmentir categóricamente esta narrativa, presentando datos que, según él, evidencian una realidad muy diferente en cuanto a las exportaciones y los motores del crecimiento económico actual.
https://x.com/JDOviedoAr/status/1917749847656128680?t=eAYM7snCHOp6l-iFZwYbeA&s=08
Petro argumenta que durante las últimas tres décadas, la economía colombiana se centró en la extracción de petróleo y carbón, lo que, según su análisis basado en la «enfermedad holandesa», debilitó otros sectores y condujo a la informalidad y la baja productividad.
El presidente sostiene que su gobierno ha revertido esta tendencia, impulsando la agricultura (con un supuesto crecimiento superior al 8%), el turismo (con un crecimiento de dos dígitos) y la industria no petroquímica (con excepción de la vivienda, afectada por las tasas de interés).
Para Petro, la expansión de estos sectores intensivos en mano de obra es la causa directa de la disminución del desempleo.
Adicionalmente, el mandatario critica al Banco de la República por mantener altas tasas de interés, lo que, a su juicio, frena un crecimiento económico aún mayor.
En contraste, Daniel Oviedo refuta la premisa central del presidente sobre la supuesta disminución en la dependencia de los hidrocarburos.
Con datos concretos sobre los volúmenes de exportación, Oviedo afirma que, durante el gobierno de Petro, se han exportado más toneladas de petróleo y carbón anualmente que en los gobiernos de Gaviria, Samper, Pastrana e incluso más que en el año de la pandemia bajo la administración Duque.
Este dato contradice directamente la idea de un retroceso significativo del sector extractivo.
Además, Oviedo señala que el crecimiento económico reciente no se debe principalmente a los sectores mencionados por Petro como la agricultura y la industria no petroquímica en su totalidad.
Citando «voces objetivas», el exdirector del DANE sugiere que el impulso viene de actividades como los juegos de suerte y azar, la burocracia pública, el comercio minorista y, en parte, el agro.
Esta perspectiva dibuja un panorama donde la generación de empleo podría estar concentrada en áreas con menor potencial de transformación estructural y formalización laboral.
Un punto crucial en la crítica de Oviedo es la dependencia del presupuesto nacional de los ingresos generados por el sector de hidrocarburos, a través de impuestos y regalías.
Según el exdirector del DANE, el propio gobierno de Petro se beneficia de estas fuentes, lo que cuestiona la coherencia de su discurso sobre la necesidad de abandonar la economía extractivista.
Finalmente, Oviedo lanza una dura acusación sobre la gestión del gas natural, señalando un aumento en los precios y una posible escasez debido a la «desidia» del gobierno actual.
La preocupación final de Oviedo se centra en la calidad del empleo generado.
Alerta sobre la posibilidad de que el crecimiento del empleo en los últimos trimestres esté ocurriendo principalmente en la informalidad, una tendencia que, según él, se viene presentando desde diciembre de 2024.
Esta observación matiza la celebración de la reducción del desempleo, sugiriendo que podría tratarse de un empleo precario y sin las garantías laborales necesarias.
El cruce de declaraciones entre el presidente Petro y el exdirector del DANE Daniel Oviedo pone de manifiesto una profunda discrepancia en la interpretación de los datos económicos y la efectividad del modelo de desarrollo implementado.
Mientras el gobierno celebra una disminución del desempleo como un logro de su gestión, la oposición técnica advierte sobre la sostenibilidad del crecimiento, la verdadera fuente de este y la calidad del empleo generado.
Este debate, lejos de cerrarse, invita a un análisis más profundo y riguroso de las cifras y las políticas económicas para determinar si la reducción del desempleo es un reflejo de una transformación económica sólida o una ilusión estadística con sombras de informalidad y dependencia extractivista aún presentes.