
Durante la entrega de 6.500 hectáreas de tierras a comunidades campesinas en el departamento de Córdoba, el presidente Gustavo Petro se refirió a los diálogos con grupos armados vinculados a economías ilícitas y cuestionó recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre posibles acciones militares en Colombia.
En su intervención, el mandatario colombiano enmarcó estas afirmaciones dentro de la defensa de la soberanía nacional y de la necesidad de resolver los problemas de la región con soluciones propias, sin injerencias externas.
“Puede ser romántico, sí, cierto, pues Trump ya está diciendo que manda sus aviones a bombardear y nos toca pensar qué vamos a hacer, porque entonces él va a venir a bombardear Colombia. No lo hacemos nosotros, porque ya mataban a los niños debajo de las bombas, y ahora va a venir él», dijo.
El presidente subrayó que este tipo de amenazas externas deben ser enfrentadas con unidad nacional y con una política exterior que priorice el respeto a la soberanía y a la integridad territorial de Colombia.
“Ya lo sabemos, llevamos 50 años en las mismas, 50 años (de guerra contra las drogas) que llevaron a un millón de muertos asesinados en América Latina, toda; un millón, una guerra, no puede ser», afirmó.
El presidente Petro destacó que el narcotráfico ha dejado un saldo trágico en el continente y reiteró que las soluciones deben construirse desde América Latina, sin repetir los errores de las estrategias militares que han profundizado la violencia.
“Por tanto, estas conversaciones que se han iniciado (con el autodenominado Ejército Gaitanista) deben tener una zona de concentración y unos propósitos sociales en los territorios, pero también unos acuerdos jurídicos que se deben establecer con la Fiscalía, en primer lugar, con los jueces», para que se “pueda dar el primer anuncio a la humanidad de que un país se puede desnarcotizar, puede alejarse de la violencia y puede construir la paz», expuso.
El mandatario afirmó que el objetivo de estos diálogos es lograr el desmantelamiento pacífico del narcotráfico y fortalecer la paz en los territorios, al tiempo que se salvaguarda la autonomía política y territorial del país frente a presiones externas.