
Con 62 votos, el Senado eligió a Carlos Camargo, exdefensor del Pueblo, como nuevo magistrado de la Corte Constitucional.
Su trayectoria incluye roles clave en la Defensoría, el CNE y Fedepartamentos, además de una sólida formación jurídica.
Este artículo explora su perfil, los hitos de su carrera y los desafíos que enfrentará en su nuevo rol.
Un nuevo rostro en la Corte Constitucional
Con una votación de 62 a favor y 41 en contra, el Senado de la República eligió el 3 de septiembre de 2025 a Carlos Ernesto Camargo Assis, como nuevo magistrado de la Corte Constitucional.
Su llegada fortalece el bloque de cuatro magistrados designados en el último año, quienes se integran a la Sala Plena, el órgano encargado de garantizar el cumplimiento de la Constitución y la protección de los derechos fundamentales en Colombia.
Camargo, oriundo de Cereté, Córdoba, es un abogado de la Universidad Sergio Arboleda con especialización, maestría y doctorado en derecho.
Su trayectoria combina experiencia en el sector público, la academia y la gestión institucional, lo que lo convierte en una figura destacada para asumir este rol clave en el sistema judicial colombiano.
De la Defensoría del Pueblo a la Corte
Carlos Camargo se desempeñó como Defensor del Pueblo entre septiembre de 2020 y enero de 2024, durante el gobierno de Iván Duque.
En este cargo, lideró iniciativas para fortalecer los derechos humanos, la implementación de los acuerdos de paz y la reforma de la Ley de Víctimas.
Su gestión destacó por acercar la institución a las comunidades más vulnerables, enfrentando los desafíos de exclusión que afectan a millones de colombianos.
Antes de llegar a la Defensoría, Camargo ocupó cargos relevantes como magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE) y director de Fedepartamentos, roles que le permitieron conocer de cerca las dinámicas políticas y territoriales del país. Además, fue vicerrector de Proyección Universitaria en la Universidad Sergio Arboleda, consolidando su experiencia en la academia.
En 2020, su elección como Defensor del Pueblo contó con un amplio respaldo político de partidos como el Conservador, Liberal, ‘la U’ y Cambio Radical. Este mismo apoyo se reflejó en su reciente elección como magistrado, consolidando su perfil como una figura de consenso en el ámbito político y judicial.
Un proceso con controversias
La designación de Camargo no estuvo exenta de polémica.
Durante la preselección en la Corte Suprema de Justicia, 10 magistrados se declararon impedidos para votar en la terna debido a contratos otorgados a sus familiares durante la gestión de Camargo en la Defensoría.
Sin embargo, los impedimentos fueron rechazados, y la terna final incluyó a Camargo junto a María Patricia Balanta y Jaime Humberto Tobar.
En su intervención ante el Senado, Camargo resaltó su experiencia y compromiso con el fortalecimiento institucional: “Desde la academia, lo público, lo privado y lo internacional, he trabajado por consolidar instituciones sólidas y una justicia cercana a la ciudadanía”.
Su discurso enfatizó la importancia de la Corte Constitucional como un pilar de la democracia y los pesos y contrapesos frente a las demás ramas del poder.
Los desafíos de Camargo en la Corte: Defender la Constitución en tiempos de polarización
Camargo asume su magistratura en un contexto de creciente polarización y desafíos a la independencia judicial. Durante su intervención, destacó la necesidad de que la Corte reafirme su compromiso con la democracia: “En tiempos en los que los discursos autoritarios ganan terreno, es fundamental que la Corte actúe con consistencia argumentativa, sin caer en la confrontación”.
Entre los retos que enfrentará están la revisión de leyes y decretos clave, como la reciente aprobación de la *ley estatutaria de jurisdicción agraria*, de la cual la Corte avaló la mayoría de los artículos, salvo dos relacionados con aspectos judiciales.
Además, su experiencia en derechos humanos y acuerdos de paz será crucial para abordar temas sensibles como la protección de víctimas y la implementación de políticas públicas.
Un magistrado con visión de país
Camargo llega a la Corte Constitucional con un mensaje claro: fortalecer el Estado social y democrático de derecho. Su trayectoria, que combina rigor académico y experiencia en la gestión pública, lo posiciona como una figura capaz de enfrentar los desafíos de un país en transformación.
Su paso por la Defensoría le permitió conocer de primera mano las necesidades de las comunidades excluidas, una perspectiva que promete enriquecer su labor en la Corte.