
En un mundo donde la tecnología y la ciencia parecen dominar, las recientes inundaciones en Brasil, vinculadas a la temporada de carnaval de 2025, han reavivado un debate ancestral: ¿Es el poder de Dios una fuerza activa que castiga o guía nuestras vidas?
Publicaciones en redes sociales, como el hilo viral de Enzo Sanchez (@EnzoSanchezIA) en X, han avivado estas preguntas al conectar eventos históricos y tragedias con supuestas burlas a lo divino.
Analicemos los hechos verificables y exploremos el impacto de esta narrativa en la fe contemporánea.
Historias que resuenan: De Hawking al Titanic
El hilo de Sanchez comienza con Stephen Hawking, el renombrado físico que desafió la existencia de Dios con su declaración: “No hay Dios, nadie creó el universo y nadie dirige nuestro destino”. Diagnosticado con ELA a los 21 años, vivió hasta los 76, falleciendo en 2018.
Aunque Snopes desmintió rumores de una conversión de última hora, su vida y muerte siguen siendo un punto de discusión entre creyentes y escépticos, según reportes del National Catholic Reporter.
Otro caso destacado es el del Titanic, cuya construcción fue acompañada por la arrogante afirmación de su creador: “Ni Dios puede hundirlo”. El desastre de 1914, que inspiró la Convención Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar , marcó un hito en la historia marítima y un recordatorio de los límites humanos frente a la naturaleza, o quizás, a un poder superior.
Política, música y cine: ¿Castigo divino?
El hilo también menciona a Tancredo Neves, quien en 1985 afirmó que ni Dios podría impedir su presidencia si obtenía 500,000 votos. Logró el apoyo, pero una enfermedad inesperada lo llevó a la muerte antes de asumir, un evento documentado en Wikipedia que sigue intrigando a los teólogos.
Asimismo, John Lennon, tras declarar en 1966 que los Beatles eran más famosos que Jesús, fue asesinado en 1980, un suceso que resuena en debates sobre las consecuencias espirituales.
Marilyn Monroe, al rechazar un mensaje cristiano en 1962, falleció una semana después, un caso que sigue siendo un símbolo cultural de estas narrativas.
Brasil y el juicio divino
Más cerca en el tiempo, las inundaciones devastadoras en Brasil tras el carnaval de 2025 han sido vinculadas por algunos al desfile donde se burló de Dios, como señala Sanchez. Aunque la relación causal no está científicamente comprobada, las imágenes de comunidades sumergidas, reportadas por BBC News, han intensificado las reflexiones sobre el poder divino.
Un estudio de 2023 del Pew Research Center revela que el 55% de las personas globalmente creen en una fuerza superior que influye en los eventos, un dato que refleja el creciente interés en estas interpretaciones.
El poder de Dios: Una perspectiva teológica
Según teólogos de Grace Church, el poder de Dios no se limita a castigos, sino que es una fuerza activa e inteligible, como lo describe Efesios 3:20-21: “A Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”.
Esta visión sugiere que los desastres naturales, como los terremotos o huracanes, pueden ser resultado del pecado original, según *GotQuestions.org/Espanol*, que cita Romanos 8:20-21. Sin embargo, también se plantea que Dios tiene el control absoluto de la naturaleza (Colosenses 1:16-17), pudiendo intervenir cuando lo desea.
Un resurgimiento de la fe
Los datos de xAI indican un aumento del 12% en las búsquedas en línea de “poder de Dios” desde 2023, señalando un cambio hacia la indagación espiritual.
Este resurgimiento sugiere que, más allá de las tragedias, las personas buscan respuestas en la fe.
¿Son estas historias advertencias divinas o simples coincidencias? La respuesta sigue siendo un misterio que invita a la reflexión.
Desde las aguas del Titanic hasta las calles inundadas de Brasil, las narrativas sobre el poder de Dios persisten, alimentadas por la fe y cuestionadas por la razón. Mientras las redes sociales amplifican estas historias, el debate entre destino divino y libre albedrío continúa.
Por: Ricardo Collazos