
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ordenó una pausa en el envío de misiles y municiones a Ucrania, debido a preocupaciones sobre el estado de las reservas militares estadounidenses, según confirmaron fuentes del Pentágono y del Congreso. La decisión, que ha generado tensiones con Kiev, se produce tras una revisión interna del Departamento de Defensa sobre la sostenibilidad del suministro de armamento en varios frentes globales.
La medida afecta a un arsenal clave que incluye interceptores Patriot, municiones Howitzer de 155 mm, misiles Hellfire, sistemas GMLRS de precisión, además de Stinger, AIM y lanzagranadas, según detallaron dos funcionarios de defensa, dos legisladores y otras fuentes con conocimiento directo del tema. Parte de este armamento ya se encuentra en la región, pero su entrega ha sido suspendida.
El retraso llega en un contexto de agotamiento progresivo de las reservas estadounidenses tras años de apoyo militar a Ucrania y operaciones en Medio Oriente, especialmente contra los hutíes en Yemen y en defensa de Israel frente a amenazas iraníes. La revisión ordenada por Hegseth busca reevaluar el equilibrio estratégico de las capacidades militares del país.
La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, defendió la decisión afirmando que responde a una “priorización de los intereses de Estados Unidos” y que no pone en duda el poder militar del país: «La fuerza de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sigue siendo incuestionable; pregúntenle a Irán».
Desde Europa, durante una rueda de prensa en La Haya posterior a una cumbre de la OTAN, el presidente Donald Trump abordó el tema asegurando que su administración está buscando nuevas vías para apoyar a Ucrania. “Sí quieren tener los misiles antimisiles… los Patriots, y vamos a ver si podemos conseguir algunos”, declaró. Sin embargo, reconoció las dificultades logísticas: “Nosotros también los necesitamos”.
El gobierno ucraniano ha reaccionado con preocupación. Fedir Venislavskyi, legislador del comité de defensa en el parlamento de Kiev, calificó la decisión como “muy desagradable para nosotros”. Añadió: “Es doloroso y, en el contexto de los ataques terroristas que Rusia comete contra Ucrania… es una situación muy desagradable”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano también expresó su inconformidad en una reunión con el diplomático estadounidense John Ginkel en Kiev. En un comunicado, la Cancillería subrayó: “Cualquier retraso o vacilación en apoyar las capacidades de defensa de Ucrania solo alentaría al agresor a continuar la guerra y el terror”.
La suspensión ocurre mientras Ucrania enfrenta uno de los momentos más críticos desde el inicio de la invasión rusa en 2022. Según el Ministerio de Defensa ucraniano, Rusia lanzó el mayor ataque aéreo registrado hasta la fecha durante el fin de semana: 60 misiles y 477 drones.
Durante su reciente visita a Washington, el principal asesor del presidente Volodymyr Zelenskyy, Andriy Yermak, advirtió que Ucrania necesita urgentemente más sistemas de defensa aérea: “Estamos conteniendo a las fuerzas rusas, pero necesitamos proteger nuestras ciudades”.
El armamento ahora detenido había sido aprobado bajo programas iniciados por la administración Biden, como la Autoridad Presidencial de Reducción y la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania. Según un alto funcionario estadounidense, es común que nuevas administraciones revisen sus compromisos internacionales, pero la coyuntura bélica en Europa del Este vuelve este retraso particularmente sensible.
El almirante James Kilby, jefe interino de operaciones navales, ya había alertado el mes pasado al Congreso sobre el ritmo “alarmante” al que Estados Unidos ha estado utilizando misiles y municiones: “Si bien contamos con suficientes misiles estándar, nuestra capacidad de reposición está en el límite”.
Mientras tanto, la administración Trump y varios legisladores republicanos continúan explorando opciones diplomáticas para alcanzar un alto el fuego permanente, aunque algunos sectores del Pentágono consideran que un apoyo militar sostenido es necesario para convencer a Moscú de negociar seriamente.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely