Palabras de gratitud, reconocimiento y orgullo inundaron la nave de Notre-Dame de París este viernes, cuando el presidente Emmanuel Macron rindió homenaje a los 2.000 hombres y mujeres que participaron en la reconstrucción de la icónica catedral. Bajo el grandioso techo restaurado y las piedras que brillan como en el siglo XII, Macron destacó la magnitud del logro, calificándolo como “el proyecto más hermoso del siglo” y un símbolo de resiliencia nacional tras el devastador incendio de abril de 2019.
Rodeado de artesanos, técnicos y trabajadores que hicieron posible el “reto loco” de reconstruir la catedral en tan solo cinco años, el mandatario expresó: “El incendio de Notre-Dame fue una herida nacional y ustedes fueron su remedio, con voluntad, trabajo y compromiso” . Su discurso estuvo impregnado de emoción, subrayando que la reapertura del templo, programada para el 7 y 8 de diciembre, será un “golpe de esperanza” para los parisinos y los católicos de todo el mundo.
En el corazón del discurso, Macron resaltó la labor de los carpinteros, escultores, canteros, andamios, techadores, doradores, vidrieros y un sinfín de profesionales que, como alquimistas, transformaron el desastre en arte. “Al principio nos dijeron que era imposible, que era una locura, una arbitrariedad” , recordó el presidente, evocando el escepticismo inicial frente al ambicioso objetivo. Pero el éxito de la empresa, añadió, “es un inmenso orgullo para toda la Nación” .
Entre los momentos más emotivos, Macron dedicó palabras a dos figuras que marcaron el proceso. Azzedine Hedna, un andamiero conocido por su buen humor, falleció inesperadamente a sus 64 años, apenas un mes antes de la reapertura de la catedral. “Su trabajo fue su orgullo en vida, y su legado vive en estas paredes” , expresó Macron conmovido.
También rindió homenaje al general Jean-Louis Georgelin, encargado de supervisar la obra, quien falleció en un accidente de senderismo en agosto de 2023. Con la voz entrecortada, Macron destacó su dedicación y recordó: “Se habría sentido orgulloso y feliz de saludar a cada uno de ustedes por su nombre” , evocando las potentes modulaciones de voz que lo caracterizaban.
El presidente no dejó de subrayar el impacto colectivo de este renacimiento arquitectónico y espiritual. “Esta catedral no solo vuelve a ser un lugar de fe, sino también un símbolo de nuestra capacidad como Nación para superar las adversidades” , afirmó. En un espacio que hace cinco años era un “campo de ruinas”, ahora se erige nuevamente la catedral que ha sido testigo de la historia de Francia y que seguirá siendo faro de esperanza para generaciones futuras.
“Ustedes no solo reconstruyeron un edificio, reconstruyeron el alma de la Nación” , concluyó ante los aplausos de quienes hicieron la restauración posible.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely