El organismo gestor del transporte de Londres decidió el lunes no renovar la licencia de la plataforma de alquiler de vehículos con conductor Uber en la capital británica alegando «fallos» que ponen en entredicho la seguridad de los pasajeros.
Uber «no es apta para tener una licencia», afirmó la autoridad de transportes en un comunicado, asegurando haber «identificado un patrón de fallos por parte de la compañía que incluye varias infracciones que pusieron en riesgo a los pasajeros y su seguridad».
Por ese motivo, «Transport for London (TfL) ha concluido que no concederá a Uber London Limited (Uber) una nueva licencia de operador privado en respuesta a su última solicitud», dijo en un comunicado.
El gigante de los transportes en línea podrá sin embargo seguir operando en la capital británica mientras se agotan todos los recursos posibles a esta decisión, precisó.
Este rechazo es el último revés para las operaciones de la compañía californiana en Londres, desde las protestas de los conductores de los tradicionales taxistas negros hasta las anteriores suspensiones de permisos.
En septiembre, se se había concedido una prórroga de dos meses de su licencia tras la expiración de un acuerdo anterior de 15 meses. La renovación de los permisos estaban supeditados a la mejora de la seguridad de los pasajeros.
Contaminación
Generalmente considerada como una solución para el transporte urbano, la plataforma Uber fue acusada por varias ONG de aumentar la contaminación en las grandes ciudades europeas, especialmente con sus autos diésel.
La plataforma de reserva de vehículos, una alternativa al auto particular, revolucionó el muy regulado mercado del taxi, atrayendo a miles de nuevos conductores, recordó Transport and Environment, que reagrupa a las ONG en Europa que promueven el transporte sostenible.
Pero el resultado es que «el gran aumento de conductores de Uber no ha sido compensado por una caída similar de licencias de taxis» ni «aceleró la reducción de trayectos en auto en Londres y París», según el estudio.
Al contrario, «la conveniencia del puerta a puerta y de poder reservar mediante una aplicación hace que desplazarse en autos (alquilados) en las ciudades sea cada vez más popular, lo que podría provocar que se revierta la tendencia a la baja de los trayectos en los últimos 15 años«, indicó Transport and Environment en su estudio.
Así, el éxito de la plataforma estadounidense en las ciudades europeas también «hace peligrar la lucha contra la contaminación y las emisiones«.
El estudio estima que la actividad de Uber en Londres, París y Bruelas produce unas 525.000 toneladas de CO2 anuales, equivalentes a las emisiones de 250.000 autos. Estos vehículos funcionan en su mayoría con diésel.
La plataforma, líder en el sector de Vehículos de Turismo con Conductor (VTC), contaba con 3,5 millones de usuarios en Londres en 2018 y 2,7 millones en Francia, según estas ONG.
«Uber trabaja activamente con las ciudades en Europa para mejorar el acceso a los modos de transporte limpios«, reaccionó un portavoz de Uber consultado por la AFP.
La plataforma puso como ejemplo los trayectos compartidos o las bicicletas eléctricas que también alquila y afirmó que por ahora la compra de autos eléctricos es demasiado onerosa para sus conductores.
Transport and Environment instó a Uber a «reducir a cero las emisiones de sus trayectos para 2025, ayudando a sus conductores a reemplazar sus autos».
Fuente
AFP